La iniciación de la Rosa Sagrada

Unificación y equilibrio: de nuestro aspecto  cielo y nuestro aspecto tierra (eje vertical de nuestro ser) y de nuestro femenino y masculino divino (eje horizontal de nuestro ser), según las enseñanzas de María Magdalena, canalizada por el arcángel San Miguel  a través de Celia Fenn, canalizadora sudafricana. Una de las sanaciones más potentes dadas  en estos momentos a la humanidad por el nivel de vibración propuesto, el AMOR INCONDICIONAL, para poder ser yo mism@.

Para Vivir desde nuestro corazón es necesario estar en el centro de estos dos ejes y que estos  estén armonizados e integrados.

Por una parte  el eje vertical que unifica nuestra conexión con el cielo y la tierra.

Venimos del cielo, de la fuente, del gran espíritu. Somos chispas divinas, por ello la necesidad de conectar con la fuente  y ahora estamos viviendo en la Tierra, somos sus invitados, por ello la necesidad de estar anclados con la Tierra. Ambos anclajes te permites SER y Estar.

Y por otra el eje horizontal, que tiene que ver con armonizar los aspectos o cualidades del divino  femenino y cualidades del divino masculino en nosotras.

La energía  Masculina Divina nos habla de  la energía del padre, nutritiva, de justicia, fuerza, apoyo, integridad, claridad, verdad y justicia. Si la energía masculina se distorsiona, se convierte en una energía agresiva, violenta, que deriva en  conquista, lucha y  “demasiado sexual”,  resultando una energía controladora y dominadora. Y esta no es la verdadera energía masculina divina.

Lo que ocurrió en el pasado es que perdimos la energía Divina Femenina, cuyas cualidades tienen que ver con sentir, con estar desde el  gozo, el amor incondicional, con la fuerza de la creación, con magnetizar, atraer lo que se crea y con  SER.

Y ahora que la energía femenina regresa estamos  moviéndonos  hacia una humanidad donde estas energías se integran y unifican,  reportándonos paz, serenidad y dicha interna -plenitud. Vamos a abrir el corazón y vamos a recibir toda esta energía divina  femenina apoyada por la energía divina masculina, produciéndose  una sanación en todos los tiempos y espacios en nuestro corazón

La iniciación de la escucha del maestro interior

Para una acción justa desde la alineación del amor incondicional con la voluntad, la consciencia  y la sabiduría del  discernimiento. Porque muchas veces nos encontramos con situaciones poliédricas complejas  en las que se necesitan poder ver desde distintos puntos de vista  para poder tomar una decisión y actuar justamente y quedarnos en paz.